En una carrera que partía cuarto, el piloto de Red Bull Sebastian Vettel supo dominar la situación para terminar sexto en el circuito de Interlagos, donde finalmente consiguió su tercer titulo mundial.
Tras obtener la pole en el Gran Premio de Brasil, Lewis Hamilton salía primero en un día en el que trataba de darle a McLaren una victoria antes de despedirse, a pesar de la lluvia la cual pondría en dificultades a todos los pilotos de la parrilla.
Luego de algunos giros los primeros en abandonar serían Sergio "Checo" Pérez de Sauber y el brasileño Bruno Senna de Williams, quien además golpeaba el RB8 de Vettel, haciendo que quede momentáneamente en la últimas posiciones, mientras su mayor rival de Ferrari, Fernando Alonso, pasaba a su compañero Felipe Massa y al australiano de Red Bull, Mark Webber, para colocarse tercero.
Luego de varias vueltas bajo una lluvia que dificultaba sacar buenos tiempos con los neumáticos slicks, varios pilotos empezaron a detenerse en boxes a excepción del Mclaren de Jenson Button y de Nico Hülkenberg quienes se mantenían en cabeza. Entonces los intermedios funcionaban bien, pero al cabo de un tiempo los lisos volvían a ser los adecuados, ya que no llovía lo suficiente, obligando a la gran mayoría a detenerse de nuevo, una oportunidad que el alemán de Force India incluso se colocaba como líder.
A pesar de haber tenido problemas al inicio, Vettel empezaba a remontar giro tras giro en una carrera que se hacía muy emocionante al haber intercambios de líderes en muy cortos plazos. Así, en la vuelta 51 Hamilton volvía a recuperar la punta luego de pasar a Hulkenberg, sin embargo unas vueltas más tarde el de Forcé India impactaría al monoplaza del británico, haciéndolo abandonar al estropear su neumático delantero izquierdo.
Jenson Button por su parte pasaba a liderar la carrera, teniendo detrás de él como segundo a Alonso y a Massa como tercero, posiciones que se mantendrían hasta el final de la carrera, teniendo a un Webber que trataba de apretar para darle mayor posibilidad a su compañero de asegurar un nuevo título.
Hülkenberg de ese modo se pondría en medio de los Red Bull como quinto, por delante de un Vettel que al ser sexto lograba los puntos necesarios para lograr su tercer campeonato. En tanto Michael Schumacher a bordo de su Mercedes quedaba séptimo en su última carrera después de ser adelantado por el "Niño maravilla".
Un poco más atrás Jean-Eric Vergne de Toro Rosso terminaba octavo por delante del japonés Kamui Kobayashi de Sauber, y cerrando el top ten estaba el finlandés de Lotus, Kimi Räikkönen.
Finalmente con este resultado, Red Bull se queda con otro campeonato, el de pilotos, luego de conseguir la fecha anterior el Mundial de Constructores, todo esto en una temporada muy peleada con un Vettel entonado en la segunda parte del calendario, la cual le ha permitido además convertirse en el tricampeón más joven de la historia.
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